En el apasionante mundo del branding, las estrategias adoptadas por las marcas pueden ser tan diversas como los productos y servicios que ofrecen. Dos enfoques extremadamente interesantes y efectivos son las estrategias de las marcas tradicionales y las marcas disruptivas. Cada una de ellas aborda el arte del branding de manera opuesta, en este artículo, analizaremos sus diferencias clave y consideraremos cuál podría ser la mejor opción para tu negocio.
Las marcas tradicionales son aquellas que siguen un enfoque conservador y establecido en su branding. Se basan en la historia, la herencia y la confiabilidad. Aquí hay algunas características clave de las marcas tradicionales:
Estas marcas a menudo tienen décadas o incluso siglos de historia en sus industrias. Se enorgullecen de su legado y tradición, lo que les otorga una sensación de continuidad y permanencia en el mercado.
Los productos o servicios de estas marcas se perciben como confiables y de alta calidad. La consistencia es fundamental en su oferta; los clientes saben qué esperar.
La publicidad de las marcas tradicionales tiende a ser más tradicional y centrada en valores. Se enfocan en mantener una imagen seria y confiable para no alejarse de su base de clientes existente.
Suelen tener una base de clientes leales y establecida que ha confiado en ellos durante años, a veces generaciones. La lealtad se basa en la confianza y la familiaridad.
A pesar de su enfoque conservador, las marcas tradicionales no son ajenas a la innovación. Sin embargo, tienden a adoptar cambios de manera gradual y cuidadosa para no alienar a su base de clientes.
Las marcas disruptivas son exactamente lo opuesto. Son conocidas por romper con las normas establecidas y desafiar el status quo en sus respectivas industrias. Aquí hay algunas características clave de las marcas disruptivas:
Estas marcas abrazan la innovación y están dispuestas a asumir riesgos significativos para cambiar las reglas del juego. No tienen miedo de desafiar el statu quo y revolucionar industrias enteras.
Su imagen y productos suelen destacar por su diseño moderno y atractivo. La estética es una parte crucial de su identidad, lo que las hace atractivas para un público joven y moderno.
Utilizan tácticas de marketing creativas y a menudo controvertidas para captar la atención. Pueden hacer campañas virales y audaces que generan un gran impacto en poco tiempo.
Suelen atraer a un público más joven y están abiertos a la diversificación de sus productos y servicios. Su base de clientes está en constante cambio y adaptación.
La agilidad es una característica fundamental de estas marcas. Cambian rápidamente para adaptarse a las condiciones del mercado y las demandas de los consumidores.
La elección entre una estrategia de marca tradicional y una de marca disruptiva depende en gran medida de tu industria, audiencia y objetivos comerciales. Aquí hay algunas consideraciones clave para ayudarte a decidir:
Industrias establecidas: Si operas en una industria con fuertes tradiciones y expectativas de calidad, una marca tradicional puede ser la elección acertada.
Base de clientes leales: Si ya tienes una base de clientes leales que valora la confiabilidad, es importante mantener esa relación.
Enfoque a largo plazo: Las marcas tradicionales a menudo se enfocan en el largo plazo y la construcción de una reputación sólida.
Industrias emergentes: Si estás en una industria nueva o emergente, la innovación y la disrupción pueden ser tus mejores aliados para destacar entre la competencia.
Atracción de la generación más joven: Si tu objetivo es atraer a una audiencia más joven y diversa, una marca con branding disruptivo puede ser más efectivo.
Agilidad y cambio constante: Si estás dispuesto a asumir riesgos y a cambiar rápidamente para adaptarte a las condiciones del mercado, una marca disruptiva puede ser la elección adecuada.
En última instancia, no existe una respuesta única para la elección entre una estrategia de marca tradicional o una de marca disruptiva. Cada enfoque tiene sus ventajas y desafíos, y la decisión debe basarse en tu comprensión de tu industria, tu audiencia y tus metas comerciales. A menudo, una combinación de ambos enfoques puede ser efectiva. Lo más importante es que tu estrategia de branding sea auténtica y coherente con la identidad de tu marca. Ya sea que optes por lo tradicional o lo disruptivo, el objetivo final es construir una marca fuerte y memorable que conecte con tu audiencia y refleje los valores de tu empresa.